Fouché

Libro: Fouché: Retrato de un Político
Autor: Stefan Zweig
Año: 1929
Editorial: Juventud


Crítica: 


Interesante profundizar en una época importante dentro de la política Francesa; durante su revolución y los tratados que se suscitaron en tan importantes eventos. El protagonista; Joseph Fouché es hasta ahora el personaje más astuto y oportunista que ha existido en la historia, no sólo perteneciente a Europa y en específico a Francia, sino dentro del marco universal me atrevo a decir. Es uno de esos personajes tan detestables y odiados, que a pesar de ello, representa uno de los factores necesarios para el campo de la política, y aunque cueste creerlo, adorado por las masas al mismo tiempo que si se revierte la tarta, recupera la solidez, se recompone y salta de bando en bando con una agilidad increíble, que es necesario admitir el reconocimiento que merece en tales actividades. Pero quien juega sucio, recibe la misma estampada y del mismo color, El Emperador Napoleón Bonaparte y su adicción al poder, terquedad que asumen los caídos cuando no les queda más remedio que abandonar la silla presidencial, típico de los abusos de poder empleados por figuras tiranas, mesiánicas, y trayendo consigo una sed de venganza por parte de las clases sociales más bajas. 

Personajes fundamentales dentro del juego sucio de la política como "Maximilano Robespierre" y su final con la guillotina, Barras, Babeuf, Lafayette, Carnot, hasta un conde ingenuo que lo sustituye en su cargo ministerial, El Rey Luis XVIII y su hermano Luis XVI durante toda la historia y etapas decisivas como la sublevación de Lyon y su trágica masacre promovida por el tramposo Fouché.  Y una de los datos más impresionantes es el famoso y largo recorrido que desde que nació en un puerto de Nantes, hijo de humildes Marineros,  e iniciando como práctica la enseñanza de latín, matemática y física a jovenes religiosos seminaristas, para más tarde incursionar en la política y a su manera aprovecharse de ella, así llega a ser ministro de policía (tres veces) especializado en relaciones exteriores, embajador del imperio en Roma y hasta Duque de Otranto (Zona del sur de Italia) Sacandole el juego a cada partido; los girondinos, los jacobinos y sirviendo como espía durante su puesto ministerial en la sede policial y entre tantas facetas más, logra este zorro de la política, olfatear el próximo desterrado y el futuro vencedor para unirse y a su lado demostrar una especie de fidelidad desleal, lo que le vale ser puesto en los ojos de todo el congreso.  

Su enemistad especial con Talleyrand, del mismo rango laboral, bastante parecido y aunque mucho mas diplomático y aristócrata que Fouché comparten ese rechazo mutuo que los lleva hasta el final, Para Napoleón, bastante necesario, pero que ocasiona dolores de cabeza al mismo. Casado dos veces y desterrado cuatro, finaliza el "Gran" Fouché su estilo de vida que de trampa en trampa no evita caer en una de las suyas magistralmente tejidas. Durante todo el transcurso de su historia, el lector no para de viajar por lugares de toda Europa y hasta América; Italia, Rusia Viena y República Checa... Finales destinos en los que despues de su estrepitosa caída le toca obligatoriamente ocupar, después de haber tratado con marquesas, duquesas y hasta casarse en segundas nupcias con una condesa veintiañera doblada en edad por él mismo, involucrarse con la hermana de Robespierre y hasta procrear cinco hijos (dos de ellos no sobrevivientes)  

Disfruté de toda su trayectoria, lo odié, le aplaudí, lo desprecié, lo admiré y presencié así sea a través de las páginas del libro, todas sus marramucias y jugadas sucias, turbulentas y brincar de la pobreza a la riqueza mal adquirida dentro de los valores éticos y morales, sus caídas, altas y bajas, las bromas macabras dentro del ministerio guardando secretos de la familia napoleónica y cercanos, que hasta después de su muerte, temen salir relucir a plena luz. Todo esto, orgullosamente republicano, pero ya viejo, cansado y derrotado, recae moribundo en la Trieste Austriaca (Ahora Italiana). Declararse Ateo cuando serlo era propicio para el momento y católico practicante cuando la iglesia representaba gran parte, reflejaban la facilidad con la que sin compromiso intercambiaba de equipo como quien se quita una camiseta por otra cada día. Totalmente Recomendable.  

NOTA:  Me recordó a "Momentos Estelares de la Humanidad" cuando se dá el último minuto de Waterloo (Batalla en la que Napoleón junto a sus tropas regresa derrotado frenta a los Ingleses) 


Puntuación: 9,7/10 

"Fouché: Retrato de un Político" Libro Biográfico de Stefan Zweig, con introducción y 9 capítulos para leer con calma y detenimiento. Interesante profundizar en la política francesa del Siglo XIX. (Leída el 19 de Mayo del 2018) 

Libro: Fouché: Retrato de un Político (1929) "Diez años de enemistad enconada unen a veces a los hombres con mayor intensidad que una amistad mediocre". Autor: Stefan Zweig.