Una lección que el rubio y corpulento hombre nunca olvidará. Terriblemente aterrado por sus amenazadas "partes" se retira del establecimiento de prisa, en su motocicleta con sus complices bandidos también desnudos. Todos se burlan de la escena y el pobre hombre dejando ver su "salchicha" se despide humillado y avergonzado. Risas. Muy Divertido
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